jueves, 5 de septiembre de 2013

EL COLLAR DE PERLAS

Había una linda niña de cinco años y ojos relucientes. Un día mientas ella estaba de tiendas con su mamá, vió un collar de perlas plástico que costaba $2.50. ¡Cuánto anhelaba la niña tenerlo! Preguntó a su mamá si se lo compraría, y su mamá respondió: ''hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una pequeña lista de tareas que tu podrás realizar para pagar el collar de perlas,
esta bien?''. La niña estuvo de acuerdo y su mamá le compró el collar de perlas.
La niña trabajó con tesón todos los días para cumplir con las tareas requeridas. En pocos días la niña había cancelado su deuda. ¡Ella amaba sus perlas! Las llevaba puestas a todas partes: al kinder, a la cama, y cuando salía con su mamá.
El padre de la niña la amaba muchísimo y cuando la niña se iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle su cuento favorito. Una noche, cuando terminó el cuento le dijo: ''Hija, ¿tú me quieres?'', ¡ OH sí papá!. ''Entonces, regálame tus perlas'', le pidió él. ''¡OH,papá! No mis perlas'', dijo la niña. ''Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿ La recuerdas?, tu me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños. ''Hijita, está bien, no importa'', dándole un beso en la mejilla de ''buenas noches, pequeña''.
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento diario: ''Hija, ¿tu me quieres?'', ''Si papá, tú sabes que te quiero'', ''Entonces regálame tus perlas''. ¡OH papá, no mis perlas; pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete y le puedes hacer trencitas''. ''No hijita, está bien'', le dijo su papá dandole otro beso en la mejilla, ''felices sueños''.
Algunos días después, cuando el papá de la niña entró a su dormitorio para leerle un cuento, la niña estaba sentada en su cama y le temblaban los labios. ''Toma papá'' dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar de perlas, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo ese tiempo, esperando a que la niña renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.
Y así es también con nuestro Padre Celestial. Él está esperando que renunciemos a las cosas sin valor de nuestras vidas para darnos preciosos tesoros.¿No es bueno el Señor? Esto me hace pensar las cosas a las cuales me aferro y me pregunto: ¿qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
Y a ti...¿QUÉ TE DICE EL SEÑOR?
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: '' Cuando hagáis oración no habléis mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imitéis, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan''.

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