viernes, 13 de septiembre de 2013

Hoy, viajando en un autobús, ví una hermosa muchacha con cabello que parecia de oro, y expresión de alegría; admiré su hermosura. Al bajarse, la ví cojear...tenía solo una pierna, y apoyada en su muleta, sonreía.

PERDÓNAME SEÑOR, CUANDO ME QUEJO. YO TENGO MIS DOS PIERNAS!

Fuí después a comprar unos dulces. Me atendió un muchacho encantador. Hablé con él; parecía tan contento, que aunque se me hubiera hecho tarde, no me hubiera importado, ya que al salir, oí que decía: Gracias por charlar conmigo... es Usted tan amable, es un placer hablar con gente como usted... ya vé, soy ciego...

PERDÓNAMNE SEÑOR CUANDO ME QUEJO. YO PUEDO VER CON MIS DOS OJOS!


Más tarde, caminando por la calle, ví a un pequeño de ojos azules, que miraba jugar a otros niños, sin saber qué hacer. Me acerqué y le pregunté: ¿Porqué no juegas con ellos ? Siguió mirando hacia delante sin decir una palabra: entonces comprendí que no escuchaba.

PERDÓNAME SEÑOR CUANDO ME QUEJO. YO PUEDO ESCUCHAR A TODOS!

Tengo piernas para ir a dónde quiero... Ojos, para ver los colores del atardecer... Oídos para escuchar las cosas que me dicen.

PERDÓNAME SEÑOR CUANDO ME QUEJO. CUANDO NO AGRADEZCO LO SUFICIENTE LO QUE HAS HECHO POR MI.

AYUDAME A TENER UN CORAZÓN MÁS AGRADECIDO PARA CONTIGO, MI DIOS.

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