viernes, 30 de agosto de 2013

''SOMOS VASIJAS DE HONRA EN LAS MANOS DE DIOS''

 Hace algunas noches mientras dormía, soñaba que veía las manos de Dios llenas de barro. El mismo era de color oscuro y en algunas partes de sus manos el barro se veía seco pero generalmente se apreciaba fresco, como recién preparado. Sus manos eran blancas y muy grandes. Se movían de forma muy hábil al trabajar con aquella vasija. Y yo notaba como el Señor le daba forma, la forma anhelada con sus hermosas manos; manos santas llenas de barro!!!
  Giraba y giraba la vasija una y otra vez mientras con determinada destreza continuaba moldeando, trabajando muy concentrado en dar la apariencia prefecta a su obra. Me llamaba la atención la manera incansable en la que El laboraba sin detenerse...daba forma, añadía agua, añadía barro, cortaba, quitaba lo que sobraba, volvía y con sus dedos moldeaba y afirmaba con ahínco, con la ilusión de ver al fin  su vasija terminada. Tenia que quedar perfecta y así enviarla al destino que El tenia planificado para esa vasija.
 Y aun así trabajando me pregunto; ''te gusta lo que vez''? a lo que conteste, ''si mi Señor.'' Me dijo luego; ''Vasija de honra preparo, Yo soy el alfarero, soy el que creo y el que formo. Compromiso has hecho conmigo, Yo moldeo y tu te dejas moldear''. Mientas El seguía trabajando en su obra comencé a sentir un fuerte dolor en todo mi cuerpo. Sentía como si me estuvieran quebrando todos los huesos. Era un dolor muy intenso de pies a cabeza. Casi irresistible. También sentía mucho calor. Le dije; ''Señor, tengo dolor'' y me dijo;  ''es parte del proceso, se que duele''. Le pedí que me explicara que sucedía, que porque sentía ese dolor mientras yo miraba como El trabajaba aquella vasija y me dijo; ''es necesario que te duela porque eso significa que estas tomando la forma que Yo te quiero dar y no la que tu quieres llevar''. Entonces entendí que yo era aquella vasija que El alfarero estaba formando con sus manos. Yo gritaba del dolor mientras el añadía mas barro, agua, quitaba, sacaba, moldeaba, formaba, y El solo me decía; ''vasija de honra preparo, yo se que tu puedes resistir y al final veras el resultado de lo que Yo hare en ti''. Eso me hizo sentir un poco de valor ante el dolor y le dije; ''esta bien mi Señor, continua tu obra en mi pero fortaléceme''...porque sentía que me desmayaba del dolor. Me volvió a decir; ''solo aguanta un poco mas, ya casi termino''. Al yo mirar aquella vasija a medio terminar me daba la esperanza de que a pesar del dolor, del calor intenso, del sufrimiento, estaba en las manos del alfarero y que nada malo me pasaría. El no me dejaría caer, ni me dejaría quebrar, no me vendería ni me dejaría ni una sola grieta, sino que haría un excelente trabajo y me tomaría para El, para brillar entre su mejor colección. ''Acaso no puedo hacerte Yo de nuevo y darte forma? No tengas miedo porque nada es imposible para mis manos de alfarero''.
 Debemos confiar totalmente en el Señor al permitirle moldear y transformar nuestra vida y diseñar nuestro carácter. Descansa en las manos de tu Dios alfarero y permítele terminar la hermosa obra que a comenzado en ti. Seamos vasijas conformes al anhelo de nuestro Dios.

Isaías 64:8 ''Y no obstante, oh Señor tu eres nuestro Padre! Somos la arcilla y tu el alfarero: todos fuimos moldeados por tu mano.''

Dios te Bendiga y haga de ti una vasija de honra para su gloria!

No hay comentarios:

Publicar un comentario