martes, 1 de octubre de 2013

NUBES GRISES

 Todos queremos que siempre nos vaya bien...queremos solo dias de sol, queremos apreciar claramente las estrellas en el firmamento, admirar la luna y sus diferentes facetas. Pero a pocos nos gustan las nubes grises. Esas que aparecen de vez en cuando y por sorpresa (como hoy) pero que no queremos aceptar que las mismas son parte del paisaje tambien. Son parte de nuestra existencia y de nuestro vivir. Son feas, humedas y frias...pero son tan necesarias.

 Riegan las plantas, ayudan a los cuerpos de agua a producir mas agua para saciarnos. Nos refrescan luego de el mas caluroso dia. Tan rico que es dormir una noche de lluvia fresca...saben porque? Porque en la noche no vemos con claridad el nubarrón gris en el cielo, aunque tampoco se pueden apreciar las estrellas. Solo sentimos el sonido de la lluvia, el fresco del ambiente, la sensación de calma que nos causa la lluvia como un arrullo, pero en realidad que es lo que pasa afuera? Pues una tormenta, una onda, algun mal tiempo.

 Asi debemos aprender a descansar en nuestro Jesús cada vez que la nube gris aparezca en nuestra vida. Cuando comienzan los vientos, los truenos, esos relampagos amenazantes, debemos aprender a no mirar directamente el feo nubarrón y comenzar a disfrutar de la lluvia. Refrescarnos con ella, dormir placidamente sabiendo que Jesús está en medio de ella, y que estamos descansando en el refugio de sus manos poderosas. Dormir en paz, en la tranquilidad de que Dios hará lo que tenga que hacer, pues lo que El haga será indudablemente lo mejor para nosotros.Talvez nos mojemos un poco con la llovizna, o los truenos nos puedan asustar un poco por lo fuerte de su sonido, pero allí simpre estará Jesús para secarnos, confortarnos y alentarnos en medio del mal tiempo.

 No te concentres en lo que ves, más concentrate en aquel a quien aún no has podido ver, pues es tan real como las estrellas que no ves brillar en una noche de lluvia....pero tú sabes que aún las estrellas están allí. No se mueven, y así luego del mal tiempo vuelven a brillar con más fuerza que antes. Mira a tu Dios y no a tus circunstancias y mientras...disfruta de la lluvia, del fresco. Aprende a disfrutar de las nubes grises porque ellas tienen un tiempo límite de labor, el viento las sopla y seguramente ya mañana saldrá de nuevo el sol. Dios te bendiga.

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